Activitats gastronòmiques
El Bagés es también un territorio de olivos con historia ya que el cultivo del olivo se remonta a tiempos remotos y así lo evidencian ciertos vestigios que nos demuestran la tradición de este cultivo y la obtención de aceite en el territorio: prensas de aceite, lagares de piedra, piedras de molino, construcciones de piedra, de construcciones de piedra, de molino.

Tenemos tan cerca productos frescos y de calidad que hemos dejado de valorarlos. Se ha ido perdiendo el conocimiento de los productos de nuestro territorio y el sentido de estacionalidad. Y, en cambio, consumimos productos que vienen de lejos, que sufren demasiado a menudo procesos de transformación para viajar muchos kilómetros hasta nosotros, que contienen potenciadores del sabor y conservantes para asegurar que lleguen a nuestras manos en unas mínimas condiciones.
Los productos locales contaminan menos, porque recorren menos kilómetros para llegar a la mesa. Además, nos llegan más frescos y en mejores condiciones, con mayor calidad. Y contribuyen a la conservación de los saberes tradicionales, agrícolas y gastronómicos; y del paisaje que nos rodea. El contacto entre consumidor y productor favorece también un mutuo enriquecimiento, y la posibilidad de compartir responsabilidades vinculadas al modelo de producción y consumo.
La producción de proximidad es un importante activo para la comarca. Las empresas de este sector contribuyen a la economía local y, a su vez, preservan el paisaje y son parte esencial de la cultura del territorio.











